La flor icónica FLOWER BY KENZO atrapa el olor de la luz.
La amapola ilumina a las mujeres con su brillante, enérgica y potente aura.
La radiante estela ultrafemenina del Eau de Lumière es una oda a la sensualidad moderna. El frasco de la firma se viste de un precioso coral y dorado radiante para sublimar esta luz líquida.
Una energía luminosa emana de las primeras notas: el brillo de la Bergamota se hace eco de la frescura chispeante y brillante de la Pera. La Rosa Búlgara se impregna de la intensidad solar del Jazmín Sambac para revelar la nota de corazón. Por último un lecho de deslumbrantes Almizcles Blancos se funde con la adicción divina de un bálsamo de miel.
Bergamota
Un frescor hesperidado transparente y ultra luminoso. La bergamota difunde un aura chispeante, con tonalidades ligeramente florales y aromáticas. Joya de Calabria en Italia, es la más refinada de los cítricos para los perfumistas. La esencia de bergamota se obtiene mediante la extracción en frío de las cortezas. Esta fruta parecida al limón con la piel lisa y gruesa, ilumina intensamente las notas de salida.
Rosa Damascena
Un ingrediente noble y único para los perfumistas. Reina de las flores, la Rosa Damascena se recolecta a mano con los primeros rayos del sol en Bulgaria, en el valle de las rosas, y se destila para ofrecer su esencia. Su firma se reconoce entre todas. Una evocación directa de la flor, rica y sensual, con facetas verdes y afrutadas y una feminidad incomparable.
Jazmín Sambac
Un brillo floral blanco divino y fascinante. Auténtico diamante olfativo, el absoluto de Jazmín Sambac ofrece un abanico rico en facetas similar al de sus raíces indias. Al alba, el olor que reina en los campos es tan profundo y fino como la luz. Sus delicados pétalos expresan un frescor floral verde con acentos afrutados, rápidamente turbado por su sensualidad cálida y opulenta.
Almizcles Blancos
Una sensualidad irresistible con acentos suaves y cristalinos. Tesoros modernos nacidos de la ciencia a comienzos del siglo XX para reemplazar al almizcle animal actualmente prohibido, los almizcles blancos difunden una nube empolvada y poderosa con una elegancia divina.